Este verano viajé con mi familia a Sintra, Portugal. Nos fuimos en coche (éramos 7!) y con el ipod lleno de música. Alquilamos una casa preciosa, con jardín y piscina, típica de la zona; pintada de blanco con una franja azul. Con flores y parras llenas de uvas y lo más importante: una cocina grande.
Para mí es un destino entrañable ya que supone volver a unos de los lugares de mi infancia y reencontrarme con amistades de siempre y para siempre.
Un día nos llevaron de madrugada hasta Peniche, donde cogimos un barco hasta Las Berlengas. Las Berlengas es un archipiélago de pequeñas islas en pleno océano Atlántico. El trayecto duró 45 minutos en barco! Menuda sorpresa nos esperaba…
Es una Reserva Natural y tiene aforo limitado. Se trata de un verdadero tesoro en el atlántico! Sus aguas son azul turquesa y muy frías, llenas de peces que hicieron la delicia de mis hijos que llevaron sus gafas de bucear. Está llena de grutas y playas que se acceden nadando o en barquitos de pescadores. Desde una de las grutas, «Furado Grande», se atraviesa la isla de lado a lado y se desemboca en la bahía de «Cova de Sonho». Una delicia! No os perdáis el imponente fuerte de San Juan Bautista, de más de 500 años de antigüedad.
Buscad una fecha en el calendario porque vale la pena!
II